Enrique Tuesta: El 62% de líderes, desde supervisores hasta gerencia, fueron personal que se desarrolló dentro de la empresa.

Enrique Tuesta: El 62% de líderes, desde supervisores hasta gerencia, fueron personal que se desarrolló dentro de la empresa.

Para ti, ¿cómo ha sido manejar el día a día durante la pandemia, teniendo en cuenta que Geincos trabaja con un grupo amplio de colaboradores?

De hecho que ha sido todo un reto. Manejarlo, de por sí, antes de pandemia ya era un reto, dado que manejar personas y trabajar con ellas no es fácil, no todas las personas pensamos igual, cada uno tiene una personalidad totalmente distinta, intereses y expectativas a futuro que se forman de acuerdo a sus propias vivencias y con todo ello, tenemos que desarrollar sinergia dentro del equipo bajo una misma visión.

Ahora en la pandemia, todo cambio. Tuvimos que adaptarnos a la modernidad de la comunicación 100% virtual y entrar a un modelo de gestión digitalizado, pasar de la comunicación tradicional y presencial en una oficina, a un canal de plataforma virtual, como es: Zoom, Google Meet, Teams. Tuvimos incluso que poner reglas a las reuniones, definir estructuras de comunicación no solo en contenido, sino también formas; por ejemplo, siempre tener las cámaras encendidas, dado que es necesario ver las reacciones, gestos, esta comunicación no verbal que muchas veces comunica más de lo que pensamos y decimos.

No todo el mundo estaba preparado con una cámara en sus casas, tuvimos que ver la manera de brindárselas de ser necesario o ayudarlos a obtener una. Algo importante que nos ayudó a adaptarnos más rápido al cambio, es que un 80% de las personas que conforman el equipo son joven, entre los 22 y los 35 años, quienes ya tienen cierta experiencia con el uso de estas herramientas básica para el nuevo esquema de trabajo.

Por otro lado, considero que un reto bastante fuerte fue el saber combinar el espacio dentro del hogar. En una oficina no tienes los problemas que probablemente vayas a tener en tu casa, esto te permite centrarte únicamente en trabajar y resolver los problemas propios de la labor. Sin embargo, desde casa es otro tema. Los que tenemos hijos o viven con sus padres o familiares, sabemos que es difícil generar ese desapego de la familia, por lo que es importante generarse un espacio privado para desarrollar las actividades y acompañado de buenos hábitos que aporten valor a esto que tanto buscamos, centrarnos de aportar valor a nuestra labor

¿Cómo ayudaban con eso?

Siempre buscamos siempre ser más efectivos y eficientes y tenemos claro que un factor clave en cualquier tipo de gestión es el capital humano. Al inicio de la pandemia, capacitamos mucho sobre el tema de tener un espacio dentro de la casa y buenos hábitos que ayudan a concentrarse desde casa. Hoy en día, es importante tenerlo y construirlo, y no solo el espacio, sino las condiciones, los audífonos, tener una silla relativamente cómoda. Nosotros empezamos a ver quiénes necesitaban y brindamos las de la empresa. Todo un movimiento logístico que nos permita ayudar a nuestro equipo con lo que pueda necesitar para el desarrollo de sus actividades.

Siempre he tenido un enfoque de trabajo que consiste en que las personas contentas y con un buen clima laboral son 35% más productivas. Eso es de un estudio que se realizó hace muchísimos años. Pero si tú a eso le sumas la pandemia, obliga a que el buen ambiente laboral esté dentro de tu hogar. Ahí empezamos la investigación y vimos a otras empresas que ya tenían muchos años trabajando en home office. Esto nos obligó a reinventarnos al 100% en la metodología de las formaciones, a desarrollar una plataforma e-learning disponible 24 x 7, a buscar como captar la atención en una capacitación digital, a reinventarnos con las dinámicas prácticas sobre los temas tratados. Todo esto bajo el enfoque learning by doing (aprende haciendo).

¿Y la gran parte de los colaboradores ha logrado una adaptación óptima?

Sí, claro. A las personas que no tenían las condiciones, nosotros las ayudamos. Luchamos mucho como empresa para que las personas que ya tienen tiempo con nosotros tengan estas herramientas. Y para que las personas que se incorporan, ya ingresen con las herramientas necesarias para la gestión.  Tuvimos que cambiar el mensaje para el reclutamiento del personal, ahora, se volvió un requisito indispensable tener una laptop con determinadas características y un internet con cierta cantidad de megas. Costó al inicio, pero actualmente el 100% de personas de nuestro equipo las tienen.

¿Cómo ven que estas condiciones no se alteren?

Nosotros, desde el área de Gestión Humana, tenemos una estrategia basada en identificar Pulsos Semanales, es decir, llamar una vez a la semana a todo el personal para ver cómo están y qué necesitan. Eso es muy importante para ver qué necesidades tienen y tomar acción. Si está en las posibilidades de la empresa, enhorabuena.

Tengo entendido que tienen una política de incentivos que vienen llevando a cabo. ¿Esta sufrió algún cambio durante la pandemia?

En realidad, no ha variado mucho, porque nosotros siempre vemos dos lados: uno es el económico, pues el dinero es una necesidad y  también vemos el salario emocional, que es sumamente importante y más un en los jóvenes. Esta nueva generación valora mucho su tiempo libre. Entonces, incluso antes de la pandemia, trabajábamos con incentivos como horas, días y fines de semana libres. Y la verdad que nos ha dado buen resultado. Lo que hicimos en la pandemia es reafirmar que eso es parte de lo que le gusta a los chicos. Para eso, también hacemos un análisis con Gestión Humana, que es un área fundamental.

Son ellos quienes nos guían al momento de ver cuáles son las necesidades de los chicos dentro de la empresa. Por ejemplo, hicieron un focus group para ver cuáles de los diferentes incentivos que teníamos tenían un mayor impacto. Y realmente el tiempo libre era algo importante, a pesar de tener buenos incentivos en lo económico. Por eso diseñamos una estructura respecto del salario emocional. Por ejemplo, desde hace unos meses, tenemos un incentivo para quienes logran un sobre cumplimiento de su meta: si alguien logra cumplir con el 150% de su meta, desde el momento que lo logra hasta el final del mes, solo trabaja 5 horas. Es un incentivo que ha causado bastante impacto. Pero claro, ahí el punto es el esfuerzo para lograr cumplir esa meta.

Teniendo en cuenta que una mayoría de sus trabajadores son jóvenes, ¿hay una línea de carrera en Geincos?

Claro, y hay una estadística: el 62% de líderes, desde supervisores hasta gerencia, fueron personal que se desarrolló dentro de la empresa. Ese número es fuerte y es como en el fútbol, nosotros creemos en las canteras, en desarrollar personas que tienen ganas de crecer. Nosotros damos la oportunidad. Tenemos un programa dentro de la empresa que se llama Geincos Factor, que apunta al desarrollo de nuevos líderes. En este programa brindamos cursos para desarrollo de habilidades blandas y técnicas, que son fundamentales para crecer en la línea de carrera de la empresa. El 62% es un reflejo de que esto da resultados y seguimos trabajando. Lo que debemos hacer como líderes es inspirar a nuestros chicos para que tengan esa misma visión estratégica, que están en el presente pero que deben pensar en el futuro. Los líderes dictamos los talleres y nos damos cuenta que la gente quiere saber sobre inteligencia emocional, sobre educación financiera, sobre habilidades blandas. Es impresionante cómo esos temas impactan no solo en el ámbito profesional, sino en el personal.

¿Y qué valores hay que tener para poder seguir por la línea de carrera en Geincos?

Para que se genere un equipo de trabajo no necesitamos que todos piensen igual que uno, pero sí es necesario que tengan los mismos valores. El respeto es fundamental, saber que las opiniones van a ser distintas, pero que al final todos buscamos un solo objetivo, que es crecer como empresa y como personas. Es fundamental que un líder no crea que sabe todo. Siempre se va a aprender algo de cualquier persona. Además, es importante que las personas sepan ponerse objetivos claros y que sean proactivas. Ser proactivos es hacerte responsable de todo lo que puede pasar. Agradezco a Dios por haber tenido en mi desarrollo profesional a líderes que me han enseñado mucho. Ahora en la empresa tenemos un equipo súper potente de líderes que realmente quieren hacer las cosas bien. A pesar de que la pandemia nos impactó, hemos salido a flote y estamos en un camino de crecimiento. Estamos creciendo porque tenemos una base de líderes con un pensamiento positivo y trabajo en equipo.

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